12 de agosto de 2025

Jorge Gallego logra el LXXVIII Premio José Arpa de Pintura

La edición del año 2.025, de este prestigioso certamen nacional de pintura, ya ha conocido nuevo ganador: el pintor sevillano Jorge Gallego García con su obra titulada Sobre la construcción.


Convocado por el Ayuntamiento de Carmona, a la preselección online se presentaron 184 artistas a través de la plataforma Mundoarti. El día 29 de julio se publicó en la web de Carmona.org la lista de las 45 pinturas seleccionadas, las cuales formarán parte de una exposición colectiva, a celebrar del 4 al 17 de septiembre, en Salas de Exposiciones de los Bajos del Ayuntamiento de Carmona (Sevilla).


El jurado, como última fase, se reunió el pasado 7 de agosto para determinar las obras ganadoras atendiendo a los siguientes criterios: la calidad artística, innovación y originalidad, la técnica pictórica empleada su fuerza expresiva y creatividad.


La resolución del jurado ha sido la siguiente:

Premio para el pintor sevillano  Jorge Gallego García (dotado con 8.000 €).

Dos menciones especiales: para María José Gallardo y Pepe Salas.


En esta convocatoria, la obra galardonada ha sido la que veis bajo estas líneas, Sobre la construcción:

Pintura de Jorge Gallego García
Crédito Foto Ayuntamiento de Carmona

Hay una cierta ambigüedad en el título. ¿Qué hay sobre esta construcción..? ¿Hablemos de la construcción..?

En cualquier caso, empleando de fondo un paisaje interminable, árido, con poca vegetación y una iluminación propia del verano en su posición más cenital, el pintor sevillano plasma la absurdez de la sociedad actual.

Naturaleza virgen mancillada por construcciones de usar y tirar. Placas preconstruidas (¿paneles de hormigón, yeso..?) colocadas en un suelo sin cimientos; las paredes encajan en la base como si de un kit se tratara. Y el kit incluye escuadras metálicas blancas para mantener unidas las paredes que hacen esquina entre sí, y éstas al suelo ¿Locura? ¿Premura en la construcción? Alguna pared ya enfoscada.

Y seguimos: no hay ventanas. Únicamente el hueco para las puertas con vistas a orientaciones diferentes.

Profunda e infinita tristeza produce la contemplación de esta pintura. Si el arte tiene como finalidad despertar o remover emociones profundas, esta obra lo logra sobremanera.

Y lo consigue con un excelente dominio de la técnica pictórica. Las texturas están magníficamente logradas. La perspectiva es impecable y la rica gama cromática dan uniformidad a la obra en su conjunto.

Sin embargo, el artista no le ha puesto puertas al campo.

Ausencia de personajes que construyen, que habiten estas estancias sin sentido. Sólo deja constancia de que alguien tuvo que estar para montarlo. Construcción inacabada, construcción abandonada.

Cabe la posibilidad de que el artista haya retratado una pesadilla que preludie la generalización de determinadas acciones humanas. Y nos traslade sus temores, a modo de advertencia, sobre la forma en que tratamos la naturaleza: nuestra madre proveedora de todos nuestros recursos.

Igualmente, es posible que el autor nos muestre la huida de las urbes masificadas, asfixiantes.

Las construcciones para vivir, la arquitectura sostenible y verde, nada tienen que ver con lo que la obra muestra. 

Lo que observamos es el descontrol actual en urbanismo presente en muchos lugares: en extrarradios, carentes de servicios básicos (agua, electricidad) y sin posibilidad de obtenerlos. Sin hablar de medios de transporte, eliminación y reciclado de deshechos y un larguísimo etcétera.

Confiemos que no se produzca una invasión de estos módulos por doquier, aunque resulten muy baratos, ya que redundaría en una pérdida colosal de calidad de vida y en un triste empobrecimiento de los pocos espacios naturales que aún respetamos.

Directa o indirectamente, el arte nos conduce también a la reflexión. Somos la especie dominante en el planeta; en ocasiones actuamos como invasores que vamos esquilmando la tierra que nos cobija.

Sin embargo, el espacio y los recursos son finitos: lo olvidamos con excesiva facilidad.