El artista multidisciplinar gallego, David Catá, acaba de inaugurar su exposición de fotografías y videoperformances "En la piel", comisariada por Carmen Dalmau, y que puede visitarse en la madrileña Galería Cero hasta el 8 de mayo.
Los trabajos del joven y prometedor artista del arte actual español han sido exhibidos en importantes ciudades fuera de nuestro país, como Nueva York (EE.UU), Oporto (Portugal), Camagüey (Cuba), Lima (Perú), Ciudad de México (México) y en Phnom Penh (Camboya).
Una carrera meteórica e internacional en la que el prometedor artista visual (nacido en 1.988) muestra el fruto de su trabajo introspectivo que ha culminado dando forma visual a los sentimientos y emociones experimentados con las personas de su entorno más inmediato, aquellas que de una manera u otra le han marcado.
Fotografía por cortesía de Norma Fierro Rolán |
La piel, el órgano que nos comunica y nos separa del exterior, es permeable a la vez que nos protege del exterior. Nos separa como individuos y nos comunica con el entorno y con los demás. Une y separa. También, la piel es la primera barrera de defensa frente a las agresiones externas.
El estrés, el cansancio, el amor, el dolor, los recuerdos, la vejez…. dejan sus manifestaciones y huellas en la piel. David Catá emplea sus obras para exteriorizar sus sentimientos y trasladarlos simbólicamente a la piel, y lo hace llevándolos desde la profundidad de su alma al exterior donde son visibles para todos nosotros.
Como una catarsis, David emplea su propia piel como soporte para sus obras: pinta, teje, escribe, construye los recuerdos, sentimientos y emociones que anidan en su interior dándoles forma y los sitúa en su mano, en su rostro y en otras zonas de su cuerpo, donde los exterioriza e inmortaliza construyendo su original autobiografía plástica y visual en la que también retrata a las personas que más han influido en su historia personal.
Fotografía por cortesía de Norma Fierro Rolán |
Vienen, van: todo es efímero. Las situaciones, las personas, la vida son impermanentes. En algunas de sus obras el artista utiliza semillas de diente de león, (Taraxacum o áster que significa “estrella” por ser su semilla voladora debido a que sus flores se transforman en esferas blanquecinas que se elevan con un ligero soplo), como triple analogía de libertad, brevedad y fragilidad.
Nada más frágil que un sentimiento doloroso, un corazón partido, una pérdida no asumida. David Catá, con una gran madurez, extrae todo aquello que puede lastimarle en su interior y lo expone a la vista de todos. Un acto que libera, una acción que “cura”. Sacándolos a la luz como la piel liberadora de toxinas, el artista visual limpia, que no esconde, sus recuerdos para liberarse del daño interior y lo muestra al mundo: autobiografía que constituye una gran confesión que fotografía y muestra también a través de videos al público, convirtiéndola en perdurable.
Fotografía por cortesía de Norma Fierro |
Vaciar el espacio interior de una forma positiva y adulta, sin sepultarlo ni negarlo, para oxigenarse y dar cabida a las nuevas experiencias, vivencias y seres que llegan a su vida, asimilando el pasado y situándolo en el lugar que el artista ha decidido más adecuado: su historia, sus cimientos, gracias a su peculiar y seductor ingenio creativo, habitan para siempre en su piel y podemos verla en la muy recomendable Exposición en la Galería Cero de Madrid.
Antonio Serra Junior
Hasta el 8 de mayo en la Galería Cero
C/ Fuenterrabia 13. Madrid.
De Lunes a Viernes: de 08:30 a 14:30 y de 16:30 a 22:00
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