Todos, o la gran mayoría de los mortales, tenemos el afán, y me incluyo porque yo también pertenezco a esta rara especie que es el género humano, de destacar o sobresalir para diferenciarnos de los demás.
Buscamos ropas diferentes, diseñadores de moda, un modelo de coche de edición limitada, muebles de diseño; acudimos a los bares más “in”, a los restaurantes con las comidas más raras y sofisticadas. Hacemos un sinfín de cosas con el permanente ánimo de diferenciarnos los unos de los otros.
En un mundo global, seguimos buscando nuestra propia individualidad a través de miles de artimañas y comportamientos.
Pues les voy a dar unas ideas para que sigan buscando la eterna diferenciación.
Hay que aprenderse varios nombres. Por ejemplo, y para ir abriendo boca, les citaré los siguientes: Celsius X.VI.II, Continental Mobiles, GoldWish, Gresso, Mobiado, Savelli Genève, Ulysse Nardin, Vertu. Y también estos otros nombre más conocidos como, por ejemplo, TAG Heuer, Prada, Dolce & Gabbana.
GoldWish, un móvil de lujo |
Todos ellos fabrican teléfonos móviles de lujo. Dispositivos que alcanzan precios que rondan los doscientos cincuenta mil euros (250.000 €), aunque también los hay más económicos y parten de unos “módicos” mil quinientos euros (1.500 €). Hubo un modelo de GoldVish que se vendió por un millón de euros (1.000.000 €). Y existe un iPhone 5 “Black Diamond” cuyo precio se eleva a los once millones de euros (11.000.000 €).
Teléfono Móvil IPhone 5 Black Diamond. Fabricado con oro y diamantes. |
Teléfonos que se ensamblan artesanalmente, con materiales tan tecnológicos como titanio, fibra de carbono; o bien se emplean materiales clásicos de joyería como son el oro, piedras preciosas (diamantes, rubíes); materiales exóticos como el ébano, etc. Las carcasas en algunos modelos son pintadas a mano. En fin, exclusividad y lujo.
Savelli Genève Ruby |
También nos encontramos con fabricantes que se asocian a otras marcas más reconocibles, como las automovilísticas Aston Martin, Bentley, Ferrari, incluso a artistas de la talla de Piet Mondrian, Vincent Van Gogh, Gustav Klint.
No quiero desmerecer a las marcas tradicionales, pero esto es lujo y exclusividad.
En cuanto a referencias, páginas web, etc., colocando los nombres en los buscadores habituales de internet, se pueden encontrar más detalles, tiendas donde se pueden adquirir, tanto nacionales como internacionales, descripción de los teléfonos más peculiares. Y sin aun desean más individualidad, los fabricantes estarán encantados de personalizar el terminal que elija.
Vemos como el mundo de la tecnología, en concreto el de las telecomunicaciones no es ajeno a los lujos y a los caprichos. Vivimos en un mundo … vivimos en este mundo, que es igual que todos los mundos que nos han precedido. Siempre, en todo momento y en todo lugar el ser humano se ha caracterizado por querer ser más que el prójimo. Esto tiene sus dos vertientes.
Querer ser más hace que el ingenio se agudice y crezcamos, nos desarrollemos personal e intelectualmente, llegando a logros positivos para nosotros mismos y para nuestros congéneres. Esto es clase, lujo y exclusividad.
Y la vertiente oscura. Alardear de ostentación, con el propósito de hacer de menos a los demás. Esta perspectiva es la que nos lleva a la falacia y a la destrucción. Esto se denomina complejo de inferioridad.
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